¿Qué es la fibra óptica?

A diferencia del cableado de cobre, que transmiten impulsos eléctricos, la fibra óptica es un medio de transmisión que envía haces de luz sobre un hilo de vidrio o plástico translúcido. Como el hilo es tan fino como un cabello, oímos con frecuencia el término "pelos de fibra". Mientras que el diámetro del cabello humano oscila entre 15 micras (muy pequeño) y 170 micras (muy grueso), el diámetro de las fibras oscila entre 8,3 y 10 micras y 50/125 micras.

En esencia, una señal luminosa pasa de un extremo del cable al otro a través de estos pelos. Dependiendo de si la fibra es multimodo (para distancias más cortas) o monomodo (para distancias más largas), difiere la forma en que los rayos de luz son emitidos por láseres o LED e inyectados.

El hecho de que este medio sea inmune a las interferencias electromagnéticas, lo que no ocurre en los cables de cobre y es la razón por la que la señal en estos medios se deteriora con la distancia y las perturbaciones externas, es un atributo muy significativo de este medio.

Es crucial reiterar que la fibra óptica solamente transmite mensajes de luz y no transporta energía eléctrica.

Tipos

Existen 2 tipos de fibra óptica:

  • En la monomodo únicamente emite un haz de luz a través del medio. Sin necesidad de un repetidor, puede recorrer grandes distancias de hasta 400 kilómetros.
  • Por otro lado, muchas señales luminosas producidas por LED de baja intensidad pueden transportarse por un solo cable utilizando fibra multimodo. Además, es menos costosa y más sencilla de instalar, y se utiliza para transmisiones a distancias más cortas.

¿Cómo funciona?

La señal de luz pasa por la fibra, como ya hemos dicho, y esto depende de dos fenómenos físicos denominados reflexión y refracción de la luz.

La reflexión sucede cuando los rayos de luz que influyen sobre una superficie chocan con ella, son desviados por esta y luego rebotan en el medio del que proceden originalmente. Rebota en la dirección opuesta porque el ángulo de incidencia en este caso es de 90 grados. En cambio, si el haz de luz incide en una superficie con un ángulo de 35 grados, rebotará con ese mismo ángulo.

La velocidad y el cambio de dirección que sufre una onda al pasar de un medio a otro con un diferente índice refractivo se conoce como refracción.

La luz viajará por la línea de fibra a través de estos dos fenómenos hasta alcanzar su objetivo.